UNA FORMULA EXPONENCIAL
Los 90 fueron para Punto Gofre, años de crecimiento casi exponencial. Su traslado a una nave de 1100 m2 del Polígono Industrial del Pla de la Vallonga obedece a la falta de espacio en su tienda de Campello y a la introducción de nuevas maquinas para producción y envasado.
Su presencia en la Feria Alimentaria de Barcelona en 1993 y 1997 marcaron dos hitos importantes en la carrera comercial de Punto Gofre. -“La primera supuso la entrada en contacto con un gran número de distribuidores muy interesados en el producto y que ayudaron a que llegara a muchos rincones de España”. La segunda supuso un punto y aparte en nuestra carrera profesional, al entrar en contacto con el jefe de compras de la cadena de supermercados Mercadona, una relación que comenzó ahí y que lleva 17 años de andadura en común”-.
Otro hecho importante que ayudó al crecimiento exponencial de las ventas tiene que ver con un detalle que hasta ahora no había sido tenido en cuenta.
“Cuando decidimos servir el producto ya cocinado, envasado de forma unitaria nos surgió la duda del chocolate, ¿cómo podríamos poner chocolate en el dulce ya envasado?. La solución vino con la compra de una máquina muy cara que era capaz de embolsar el chocolate en bolsitas. De nuevo llegó hasta mis oídos la palabra loco, pero los resultados fueron espectaculares…”-.’
Una vez más, Henry mostró su capacidad de innovación, siendo el primero en el mundo en realizar esta práctica ahora utilizada por todas las firmas de la competencia.
Estas innovaciones hicieron crecer una vez más las cifras de negocio, obligándole a buscar unas nuevas instalaciones donde expandir la producción. De esta forma Punto Gofre se instaló en 2004 en una nueva nave de 4500 m2 en el Polígono Industrial de Las Atalayas, la que hasta el momento es su central de producción y núcleo de operaciones.
Durante los últimos siete años las cifras de negocio han seguido creciendo, haciendo frente a la obstinada crisis con altos estándares de calidad, con compromiso y con el saber hacer que han hecho de Punto Gofre una marca líder en el mercado.
DEDICACIÓN COMO FUENTE DEL ÉXITO
A su edad, Henry Juan Monsieur se define como un trabajador innato, -“no me importa trabajar, es lo que he hecho durante toda mi vida. Para mi no es un problema tener que venir los sábados y los domingos al trabajo…”-, que persigue las metas que se impone, -“la vida no es color rosa, hay que hacer que te sonría”.
Cuando te pones una meta hay que recorrer el camino hasta llegar, no se puede ceder por muchos contratiempos que surjan. La palabra suerte existe, pero no el hecho en si mismo, la fuente del éxito es la dedicación”-.