«Nos encontrábamos con una ciudad con una población envejecida y unos sectores industriales en franca depresión que marcaban el paisaje y el entorno de la sociedad. De ese miedo a lo que se podía convertir la ciudad a largo plazo surgen las figuras de liderazgo. No se trata de un liderazgo autoritario sino un liderazgo que sugiera, que aporte y que inspire. Un líder que ponga la brújula encima del caos y marque la dirección de los esfuerzos en una dirección común. Por supuesto ese liderazgo tiene que abogar por la unanimidad y por el interés común aunando una parte pública que tiene representatividad social y firma de legalidad y una parte privada que tiene el valor del largo plazo y el dinero para llevar a buen puerto los proyectos».

Otra variable crítica para el éxito de la transformación es el «tiempo». -«Más que el dinero, lo que garantiza la realización de un planteamiento de este tipo es ser el primero, no parar nunca, porque si paras en otro lugar del mundo habrá alguien que te esté adelantando. Tienes que adquirir velocidad, ir siempre hacia delante y no permitir que nada pare el proyecto»-.

Teniendo en cuenta estos preceptos, el proyecto se desarrolló a través del estudio de dos variables importantes, el desarrollo tecnológico y la planificación de un modelo de sociedad. -«Se introdujo tecnología en todos los ámbitos de la sociedad, no sólo en la industria y se apostó por la llegada de migración que ayudase a rejuvenecer el tejido social, apostando por su integración, la formación basada en la meritocracia y el enraizamiento y la lealtad como un gran valor para el futuro. Todo ello requería de una fuente de financiación que se nombra muy poco en la actualidad pero que está ahí y se debería usar más a menudo, la activación del ahorro local, reinvertir el dinero de la gente en su propio entorno más cercano».

Para terminar su ponencia aportó una serie de pinceladas para seguir trabajando en proyectos como Atalayas Ciudad Empresarial 2025 como puede ser la importancia de la proyección de una imagen a nivel mundial, la implantación de unos servicios globales, ya que estamos en una sociedad globalizada, pensar en los objetivos a largo plazo para las generaciones que van a hacer uso de estos espacios y preguntarse de quién y para quién es el proyecto que se está desarrollando. Alfonso Martínez tiene clara su respuesta: «este espacio es de todo aquel que crea en el futuro de ese proyecto».