Carpooling en Las Atalayas
Un "Blablacar" para ir al polígono y ahorrar 2.500 euros al año.
Trabajar en un polígono industrial no resulta nada barato, sobre todo desde que la invasión rusa de Ucrania disparó los precios de los combustibles. Ubicados fuera de los centros urbanos, estos espacios suelen carecer de transporte público regular o, si lo hay, acostumbra a ser muy deficitario, lo que obliga a los empleados de las empresas que allí se ubican a depender del vehículo privado y a pagar un importante peaje en forma de gasolina o de gasoil todos los meses.
Un peaje que puede suponer una parte muy considerable de la nómina para muchos de estos profesionales y que, por ejemplo, en el caso de los trabajadores del polígono de Las Atalayas de Alicante supera los 200 euros mensuales -más de 2.500 euros anuales-, de acuerdo con los cálculos que han realizado desde entidad de gestión y conservación del recinto. Una realidad ante la que sus responsables han decidido echar mano de las nuevas tecnologías y del auge de la economía colaborativa para poner en marcha una plataforma que permita poner en contacto a trabajadores que realicen un mismo trayecto para compartir coche y ahorrar gastos. Una especie de Blablacar para ir al polígono.
Vicente Seguí, David Antón y Juan Carlos del Río charlan con dos usuarias de la plataforma. TONY SEVILLA
«Algunas empresas ya lo estaban haciendo por su cuenta, pero no siempre es fácil encontrar a la persona que comparta el trayecto y el horario, y al disponer de una plataforma conjunta, en la que pueden entrar todos los trabajadores del polígono, aumentan las posibilidades», explica el gerente de Las Atalayas, Vicente Seguí. Los gestores del polígono han desarrollado la iniciativa de la mano de su proveedor informático, Lokinn, y ya está operativa desde hace unos días.
Lo cierto es que no es la primera vez que desde Las Atalayas intentan poner en marcha este servicio. Llegaron a lanzar algo similar en febrero de 2020, pero la pandemia frustró sus planes e incluso provocó el cierre de la startup que desarrolló aquella primera aplicación.
Ahora, sin embargo, creen que ha llegado el momento de retomar el proyecto, una vez que las condiciones epidemiológicas lo permiten y que la subida de los carburantes ha creado el caldo de cultivo necesario para concienciar también a los posibles usuarios. De hecho, varias de las principales empresas del polígono no han dudado en apoyar el proyecto, como son Seur, Aliaxis, Sprinter o Blinker.
MÁS RÁPIDO
«Es que todo son ventajas. Además del ahorro, si la gente se anima, habrá menos tráfico y costará menos aparcar. Llegarás antes», explica Nuria González, una de las trabajadores de esta última empresa, que ya se ha convertido en usuaria de la plataforma. «Nosotros estamos compartiendo coche desde marzo. Venimos desde San Vicente tres compañeros y un becario, pero hay muchos compañeros que no tienen a nadie cerca de la empresa. Con la plataforma es más fácil encontrar a alguien», apunta su compañera Estela Blanquer.
Lo cierto es que las dificultades de transporte suponen incluso un problema a la hora de contratar trabajadores, como apunta el responsable de Recursos Humanos de Blinker, David Antón. «Nos hemos encontrado con becarios que no han podido realizar las prácticas porque no tenían transporte», asegura el ejecutivo. Una situación que se complica aún más para los estudiantes de FP, que ni siquiera tienen edad para sacarse el carnet.
Desde Atalayas Ciudad Empresarial ya han conseguido que la próxima contrata del autobús municipal de Alicante incluya una lanzadera desde el centro de la ciudad en las principales horas de entrada y salida de los trabajadores. Todo un avance con respecto a la situación actual, en la que únicamente la línea que va a El Rebolledo realiza unas pocas paradas a lo largo de todo el día.
Sin embargo, la realidad sigue siendo compleja. Y es que sólo el 39,8% de los desplazamientos que llegan a Las Atalayas proceden de la capital de la provincia. El 18,6% llega desde Elche; otro 8,3% viene de San Vicente; un 4,6%, de Santa Pola; un 2,9% de Mutxamel; otro 2,3%, desde Alcoy; y una cifra similar, de Onil (donde antes tenía su sede la juguetera Famosa). Y así, hasta 37 poblaciones de toda la provincia y también de Murcia.
El resultado es que, actualmente, hasta el 96,3% de los trabajadores de Las Atalayas emplean el vehículo privado para ir a trabajar, y en concreto un 84,1% se desplaza solo en su coche particular, frente a un 8,5% que llega algún acompañante. Una situación que la nueva plataforma pretende cambiar.
Además, como recuerdan los impulsores de la iniciativa, de esta forma también contribuirán a reducir la contaminación. Por cada persona que usa un coche compartido se evita la emisión a la atmósfera de 1.636 kilos de dióxido de carbono anuales.