La entidad gestora del polígono promoverá la colaboración entre empresas para reutilizar los materiales y evitar el desperdicio

Un área empresarial en la que trabajan más de 200 empresas, que generan un volumen de facturación directa e indirecta de más de 1.700 millones de euros, pero sin un sólo residuo que vaya al vertedero. Ése es el objetivo que se han marcado los responsables de la entidad de conservación del polígono alicantino con el Plan Atalayas Circular, que se engloba dentro del proyecto más amplio que pretende transformar toda la zona para hacerla más habitable, aprovechando su futura ampliación.

La tarea no es sencilla, como explica el gerente del polígono, Vicente Seguí, sobre todo porque se han marcado como plazo el año 2025 para conseguir este «residuo cero». De acuerdo con el estudio preliminar que se ha realizado, las firmas asentadas en este enclave generan cada año 2.250.945 kilos de residuos con su actividad habitual. De ellos, un 49,38% son envases de cartón y papel de distintos tipos; un 8,37% se corresponde con envases y restos de madera; otro 7,9% son plásticos; un 29,71% es basura inerte y mezcla; y sólo un 3,87% son residuos orgánicos.

En estos momentos, las compañías ya reutilizan o separan para su reciclaje aproximadamente un 60% de estos residuos, por lo que el reto es valorizar el restante 40%, según apunta el agente de innovación del área empresarial, Juan Carlos del Río.

Para ello, los gestores de Las Atalayas apuestan por varias vías. La primera es favorecer lo que se denomina simbiosis empresarial y que consiste básicamente en analizar los residuos que genera cada empresa para saber si podrían convertirse directamente en materia prima para otra compañía. En este sentido, Del Río cuenta que ya existen algunas experiencias en la propia zona. Así, los restos de residuos de espumas de poliuretano de una de las firmas asentadas en el recinto se envían a otra compañía cercana -aunque fuera del polígono- que los usa para hacer suelos para parques infantiles

Otras de las vías es impulsar la reutilización de los envases, algo que algunas compañías de Las Atalayas también han empezado a hacer, pidiendo a sus clientes que les devuelvan estos envases para volver a emplearlos.

La última alternativa es la separación en origen de todos los materiales que no puedan reutilizarse directamente para facilitar su reciclado en puntos especializados, de forma que ninguno de ellos acabe en el vertedero. Una tarea para la que la entidad gestora contará con la colaboración de las dos empresas de gestión de residuos que existen en el propio polígono y que facilitarán esta tarea.

Como recordó Seguí, más allá del impacto ambiental, los residuos también suponen un importante coste para la mayoría de empresas, que puede reducirse e incluso eliminarse con una revalorización de los mismos.

Desde el punto de vista del propio recinto, el proyecto favorecerá que el polígono alcance la máxima categoría cuando la actual entidad de conservación se transforme en Entidad de Gestión y Modernización, de acuerdo con los requisitos que marca la nueva Ley de Áreas Industriales que ha puesto en marcha la Generalitat. En este sentido, el propio proyecto de revalorización de residuos ha sido financiado por la Conselleria de Economía.

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23/12/2021 | Las Atalayas lanza un plan para revalorizar más de dos millones de kilos de residuos