Los CAE están permitiendo a las empresas cubrir una parte importante de sus obligaciones de eficiencia con certificados y a los propietarios de los ahorros realizar inversiones o medidas de eficiencia energética que no se hubieran podido llevar a cabo sin estos. Aunque este nuevo esquema supone ciertos retos en la verificación de ahorros, también abre una vía de oportunidades para las empresas que apuesten por la innovación y el rigor.
Los CAE incentivan a las empresas a implementar medidas de ahorro energético, como la mejora de la eficiencia de sus instalaciones, la sustitución de equipos obsoletos o la optimización de procesos. Al obtener un CAE, las empresas monetizan este ahorro recuperando parte de la inversión realizada y mejorando su rentabilidad.
A pesar del crecimiento del mercado durante el año 2025 y de las previsiones a futuro, muchas empresas no se están aprovechando de los beneficios y retornos, esto es debido a una serie de dificultades que pueden surgir a la hora de verificar estos ahorros. Estas dificultades, si se gestionan desde el principio de forma adecuada son salvables y se convierten en oportunidades.
Los CAE son una herramienta clave para la transición energética y para lograr los objetivos de eficiencia energética de la Agenda 2030, incentivando la inversión en eficiencia, reduciendo costos y contribuyendo a un futuro más sostenible. Son un mercado en crecimiento en el que tenemos que aprovechar las oportunidades que nos brinda contando con profesionales para lograrlo y poder superar los obstáculos a los que nos podamos enfrentar en el proceso.