Desde su fundación en 1992, Blinker trabaja para desarrollar las mejores soluciones para los profesionales más exigentes. Con una amplia vocación internacional, se encuentran inmersos en un proceso de expansión internacional, estando presentes, en la actualidad, en más de 20 países de 4 continentes.

Su objetivo principal siempre ha sido el de anticiparse a las necesidades profesionales para los sectores de la automoción, vehículos industriales, construcción, metal, madera, náutica y también para los profesionales del mantenimiento e instalación.

La tecnología y fiabilidad de sus productos está respaldada por un personal altamente especializado en su desarrollo y evolución. Los técnicos especializados proporcionan a sus clientes en todo el mundo el conocimiento adecuado de los productos y servicios para desarrollar su actividad profesional.


Para Blinker, el éxito en el servicio se basa en dos pilares fundamentales. En primer lugar, su sistema de logística, con unas amplias instalaciones completamente automatizadas que permiten la optimización del tiempo. En segundo lugar, un equipo de grandes profesionales que reciben formación constante para estar al día de las últimas novedades del sector.

La innovación es una de sus mayores inversiones, especialmente en el campo del desarrollo de productos. Éstos son testados en los equipos de alta competición y superan controles de calidad, seguridad y responsabilidad medioambiental.

Para profundizar más en la evolución de Blinker y sus principales hitos a lo largo de su trayectoria empresarial, hemos conversado con Jose Antonio Ferri y Luis García-Valdecasas, sus socios mayoritarios.

DOS SOCIOS CON MUCHO FEELING

Los caminos de Jose Antonio y Luis se cruzaron cuando en sus vidas dominaban la juventud, unas inquietudes similares y muchas ganas de avanzar dentro del mundo de la empresa. Tanta era la química entre ellos que parecían destinados a emprender esta aventura juntos.

Luis –“Cuando hablas con las personas, éstas te transmiten una conexión, y enseguida ves que hay feeling y que la asociación es posible porque uno ve que esa otra persona complementa las carencias que uno tiene. Yo venía de Granada y mi experiencia laboral previa estaba relacionada con la venta de vehículos y el mundo informático. Jose Antonio conocía mejor el sector por lo que decidimos asociarnos para iniciar la aventura de Blinker”-.

Jose Antonio –“En aquel momento vimos que era un sector en auge y controlable dentro de nuestras capacidades, un mercado novedoso que todavía tenía espacio para nuevas empresas y la intuición nos lanzó a emprender esta aventura allá por 1992”-.
Como todos los comienzos, la puesta en marcha del negocio supuso importantes esfuerzos a todos los niveles y un continuo proceso de aprendizaje que sumaba aciertos y errores, pero que se superaban con muchas ganas, ilusión y con unas ideas muy claras.

Jose Antonio –“Los comienzos fueron muy duros. El principal hándicap, como siempre, era la financiación, convencer a los bancos de que nuestro proyecto podía ser rentable.

En esa primera etapa todo era muy familiar, los dos hacíamos un poco de todo, pasando por todas las etapas de un empresario hecho a sí mismo, ya que la empresa nació desde cero sin una herencia familiar previa.

Teníamos un pequeño local en el barrio alicantino de Florida Portazgo que ejercía de almacén con cuatro estanterías y nuestra oficina de compras era el bar contiguo. Allí atendíamos a los proveedores y cerrábamos las compras. Tras tres años de andadura inicial, el sistema que diseñamos comenzó a rodar y a dar sus frutos. Contábamos con trece trabajadores, once de ellos comerciales, moviéndose por la Comunitat Valenciana, Andalucía y el País Vasco, lugares en los que íbamos encontrando personas de confianza”-.

Respecto a su manera de entender el negocio ambos convergían en una serie de ideas que desde un primer momento pusieron en práctica.

Luis – “Al principio no sabíamos muy bien cuál era el modelo de negocio que queríamos seguir, pero por nuestra experiencia previa sí que sabíamos por donde no queríamos pasar. Desde el inicio hemos tenido claro que queríamos trabajar bajo nuestra propia marca costase lo que costase. Era la única posibilidad de crear valor.

Nuestra principal ventaja competitiva siempre ha sido la de manejar una gran capacidad comercial, el conocimiento de nuestros clientes y de sus necesidades. Con ellos hemos ido aprendiendo día a día lo que queremos para Blinker y por extensión lo que queremos para nuestro entorno, proveedores, clientes, trabajadores…Primamos la seriedad y la claridad con todos nuestros públicos. Nuestro objetivo es poner en valor un modelo de negocio basado en la profesionalidad. Esto nos ha hecho ganar la confianza y prestigio como marca. En más de una ocasión nos hemos podido equivocar, pero de todos los errores cometidos hemos obtenido un aprendizaje que nos ha llevado al lugar que ocupamos hoy”-.

EXPANSIÓN DE UN MODELO DE NEGOCIO BASADO
EN LA HONESTIDAD Y LA CAPACIDAD COMERCIAL

Durante el último quinquenio de los años 90, Blinker comienza la expansión de su modelo de negocio instalándose en el Polígono Industrial del Pla de la Vallonga, ampliando su cartera de productos, la plantilla, la capacidad de almacenaje y el espacio de oficinas.

Jose Antonio –“Fuimos aumentando nuestro negocio al amparo de la creación de una cultura empresarial de la que antes carecíamos. Empezamos a tener una visión de la empresa a medio y largo plazo, más allá de nuestros propósitos iniciales que siempre han sido muy humildes. Blinker se expande en base a la búsqueda de comerciales, personas de confianza que distribuyan el producto”-.

En septiembre de 1999 comienza una nueva etapa para Blinker con la construcción de sus actuales instalaciones en el Parque Empresarial de Las Atalayas, más de 5.200m2 que permitirán a Blinker aumentar sus capacidades y comenzar su expansión internacional.

Jose Antonio –“El cambio de siglo fue muy importante para Blinker. Nuevas instalaciones que iban creciendo constantemente siguiendo una carrera creciente de demanda y producción, comienza la internacionalización con la implantación de la empresa en Portugal en el 2000 y el posterior salto en 2002 a Francia, nueva imagen corporativa en 2003, nuevo almacén robotizado para la preparación de pedidos y el lanzamiento de la Tecnología exclusiva 1HourTec en 2004…”-.

La plantilla de trabajadores siguió creciendo por lo que en 2008 se ampliaron las instalaciones centrales, sitas en Las Atalayas, hasta los 11.500m2 de la actualidad.

Con la llegada de la crisis, Blinker adaptó y optimizó sus procesos para afrontar las dificultades. El esfuerzo y la constancia puestos en cada paso contribuyeron a mantener a flote a la empresa en estos tiempos.

Luis –“No todo era color de rosa, aumentamos nuestro porcentaje de mercado, pero la competencia también se volvió mucho más dura y había que buscar una salida y un espacio de futuro mediante la internacionalización. Con la crisis que comenzó en 2008 hemos oído muchas veces que hay que internacionalizar las empresas para poder superarla, pero nunca se dice el esfuerzo y la inversión que eso supone.

La factura de salir fuera hay que pagarla, primero porque juegas en campo contrario y, segundo porque los procesos de retorno de las inversiones son mucho más lentos que a nivel nacional.

Luis – “Así es, no teníamos muchas más opciones, había que adaptarse o morir. A día de hoy, sacamos una gran lección de esos años, la unión y el esfuerzo constante mantuvieron a flote todo lo que habíamos creado”-.

Desde 2010 Blinker no ha parado su continua expansión comercial estableciéndose en Bélgica y Luxemburgo, así como en Colombia y Panamá. Además, su proceso de internacionalización evoluciona de manera activa, abriendo canales de distribución en África (Mozambique, Cabo Verde, Senegal y Angola), en Oriente Medio (Dubái, Qatar, Irán, Jordania, Líbano y Kuwait) y en Europa (Rumanía, Italia, Suiza y Grecia).

PLANES DE FUTURO

El futuro de Blinker pasa por dar continuidad al proceso de internacionalización.

Luis –“Queremos seguir explorando esta posibilidad. Nos interesa especialmente el salto a otros continentes como una estrategia de fortalecimiento de la compañía“-.

Jose Antonio –“Seguir creciendo como hasta ahora, con cabeza, siendo optimistas ante el futuro, manteniendo la ilusión con la que concebimos el proyecto inicial y afrontando nuevos retos. No queremos olvidar que Blinker es una empresa hecha por personas y para personas. Una empresa con experiencia e ilusión que va a seguir velando por la formación de nuestro equipo de trabajo, por su motivación, con un enfoque comercial en el que las necesidades del cliente son la principal preocupación”-.